EOLIC PEOPLE ha compartido esto
Mi intención era encenderte. La única: genuina, profunda, deseada. Quería verte iluminar y calentar. Contemplar la combustión, las chispas y los sonidos. Puse papel, maderitas y algo de leña dura. Encendí el fósforo, abaniqué y también soplé. El proceso se demoraba y desafiaba mi paciencia. Sentí la necesidad de apurarte, y controlarte. Quizás moví por demás. Quizás interrumpí el circuito de aire. Lo cierto es que te ahogué. Sin quererlo, sin mala intención, pero te fuiste apagando. De tanto querer encenderte, te ahogué. Ahí mismo comprendí mucho. Sobre protegiéndolos, a veces ahogamos a nuestros hijos. Haciendo “micro management”, a veces paralizamos a nuestros liderados. Cuestionando e imponiendo nuestro criterio, a veces anulamos a nuestras parejas. Encender, soplar un poco, tomar distancia y saber esperar. Así crecemos todos.